Los Profetas Caídos (pop, industria musical y manipulación de masas) de Víctor Roura
¿No se les hace curioso como es que un hit musical llega a serlo de la noche a la mañana y sin tener ningún pinche chiste? ¿Como es que bandas que solíamos ponerle veladoras por la originalidad de sus sonidos ahora son violentadas y esclavizadas por diferentes monstruos industriales del entretenimiento?
Para tener alguna referencia de la posible respuestas a estas preguntas (y más) tenemos que adentrarnos a esta lectura, fundamental para la crítica musical de nuestro movimiento... el pinche rockanroll...
Me atrevería a decir que para escribir este libro Roura en vez de usar una pluma utilizo una navaja con el fin de abrir una incisión (muy profunda) a este tema, que si bien es conocida por todos, pocos se atreven a entablar una critica y/o cuestionamiento objetivo de las realidades de esta; me refiero al gran comercio negro que se desata en la industria musical a costa de muchos para el bien de unos cuantos (¿les suena familiar?). Aquí se resaltan distintas facetas que presentan los conceptos musicales para convertirse en el puerquito de personas que en sus venas fluye dinero en vez de sangre.
En la descripción de su libro se comenta:
En México (y esta es una paradoja dada la importancia en la economía nacional de la industria discográfica) es practicamente inexistente la producción bibliográfica sobre los asuntos de la música popular. Nadie Discute críticamente los fenómenos que acarrea, o lleva consigo, este arte sonoro. De ahí la gran - e innotoria- manipulación que llevan a cabo los empresarios contra los uniformados oidores, independientemente de la clase social a la que pertenezcan, por que como esta arrolladora operación lo de menos es esa minúscula frontera del peculio personal: lo mismo un pésimo -o respetado- gusto musical el que posee propiedades que el que carece de ellas.
Chequen como a partir de un hilo este le sigue la pista a aquella telaraña que pasa ante nuestros ojos pero nunca nos damos cuenta, y si nos damos cuenta nada hacemos para combatir este mal.
Los Profetas Caídos (pop, industria musical y manipulación de masas) de seguro nos adentrara muy bien a este tema, sugiero que también se analicen ciertas cosas como:
- El tiempo en el que se escribió el texto (ya que algunas cosas cambiaron para bien o para mal).
- Los diversos personajes aquí presentando (no valla a ser que al termino de la lectura salgan a la calle a satanizar la imagen de estos).
Ojala y pudieran adquirir este material, ya que como El Capital para los de izquierda o la Biblia para los creyentes, este es un fundamento muy grueso para nosotros la banda rockanrolera.
Sin más me despido con esta cita de Victor Roura:
Es evidente que el rock, hoy, ya no es lo que era, ni los roqueros -engullidos, de una u otra manera, por las empresas fonográficas- tienen la actitud que tuvieron. Ahora un músico se convierte, si un emporio mediático así lo decide, en una parcializada decisión, en un excéntrico millonario con una sola canción -que bien pueden bajar los cada vez menos estrictos receptores de sus respectivos modernizados aparatos computacionales-, pues las conceptualizaciones sonoras no tienen ya la mínima importancia.
- El tiempo en el que se escribió el texto (ya que algunas cosas cambiaron para bien o para mal).
- Los diversos personajes aquí presentando (no valla a ser que al termino de la lectura salgan a la calle a satanizar la imagen de estos).
¿Y este? |
Ojala y pudieran adquirir este material, ya que como El Capital para los de izquierda o la Biblia para los creyentes, este es un fundamento muy grueso para nosotros la banda rockanrolera.
Sin más me despido con esta cita de Victor Roura:
Es evidente que el rock, hoy, ya no es lo que era, ni los roqueros -engullidos, de una u otra manera, por las empresas fonográficas- tienen la actitud que tuvieron. Ahora un músico se convierte, si un emporio mediático así lo decide, en una parcializada decisión, en un excéntrico millonario con una sola canción -que bien pueden bajar los cada vez menos estrictos receptores de sus respectivos modernizados aparatos computacionales-, pues las conceptualizaciones sonoras no tienen ya la mínima importancia.
Saludos pandilla.